Translate me, we are Iván & Ainhoa

lunes, 26 de diciembre de 2011

AUSTRALIA del 9 al 26 de Diciembre 2011


                                  Días del 46 al 64 

¡¡¡Feliz Navidad a todos!!!! Que diferente se ve la navidad cuando uno esta fuera de casa, diferente porque uno no hace no lo que hace cada navidad, diferente porque no podemos abrazar a los nuestros, diferente porque la madre de Iván le quita la botella para que no beba más… Pero no todo es malo, en las siguientes líneas veréis porque.

Cada día es similar, mientras antes nos levantábamos cada día sin saber que iba a pasar, ahora la vida es monótona y sin grandes cambios. El despertador nos suena a eso de las ocho y cuarto de la mañana, nos levantamos cansados pero contentos, un desayuno prácticamente igual al de España, a base de leche, tostadas con mantequilla y zumo de naranja, algún día hemos cambiado y desayunamos yogur con fruta y cereales mmmm ¡que rico! Nos vamos a trabajar sobre la nueve y cuarto, ya que no libramos ningún día. Ainho limpia las habitaciones con alegría mientras Iván hace las camas, pasa el aspirador y friega las habitaciones. Salimos a eso de las doce y media, depende de si tenemos que limpiar cristales o limpiar más a fondo. Por la tarde entramos a trabajar en el restaurante a las cinco y media,  entre trabajo y trabajo, surf, comida y reposar la comida tranquilamente. En el restaurante Ainho ya es una experta en postres y cócteles y Chicho friega platos como un loco. Salimos a eso de las once y media más o menos, depende de la gente, pero es probable que esta semana salgamos mucho más tarde, eso esta bien, más pasta.

En el Hotel trabajamos todos los días, pero en el restaurante hasta la semana pasada librábamos los lunes, digo que librábamos, ya que ahora trabajamos en los dos sitios los siete días de la semana. Los lunes aprovechábamos para cenar con los mochileros que están de paso por el hostel.

Por lo demás los días pasan uno tras otro, uno tras otro, por la mañana contentos a trabajar, por la tarde no tanto. En el hotel nos tratan como a hijos, en el restaurante como a cifras, pero estamos juntos, estamos contentos.

Y ahora es cuando Papá Noel llegó con su regalo:

1º Tres días antes de Navidad, Sarah, una compañera de trabajo, la cual se queda de encargada del hotel cuando Ian y Jakey no estan, nos regalo una bolas enorme con lechugas, calabacines, puerros, cebollas, nabos, menta, romero, tomillo, hierba buena, laurel y un montón de cosas mas que no recordamos, junto con una postal que nos decía algo así como que esperaba que en nuestra primera Navidad fuera nos sintiéramos arropados y que nos había cogido mucho cariño.
2º El día 24 de Diciembre fuimos a trabajar contentos, ya que el 25 iba a ser nuestro día libre desde hacia tres semanas y en un mes mas no íbamos a librar. A noventa kilómetros de Apollo Bay (lugar en el que vivimos temporalmente), se encuentran los doce Apóstoles, una formación de rocas de unos 40 metros de altura en forma de isla creados por el viento a través del tiempo y queríamos verlos, pero desafortunadamente no hay conexión de autobuses ni nada por el estilo para ir y claro, es una de las atracciones más famosas de Australia y nos veíamos un poco frustrados por estar tan cerca y no poder ir…
El perrete de Chicho maquinó un plan, que no salió como el quería, pero salió mejor de lo pensado. Cuando dejamos de trabajar en el hotel, le dije a Ian (nuestros jefes son una pareja, Ian el marido y Jackey la mujer), que igual no llegábamos para trabajar el 26 ya que nos íbamos a dedo a los doce apóstoles y no sabíamos si íbamos a poder volver a tiempo. Todo esto se lo dije creyendo que nos iba a dejar su coche, ya que nos llevamos realmente bien. Nos dicen que los dos juntos trabajamos como tres personas, creo que exageran, pero nos crea satisfacción personal. Bueno el caso es que nos dice si vamos a dormir en Port Campbel, le decimos que si, y en unos segundos llamó a Port Cambel a un amigo que también tiene un Hotel, nos regalo la noche y nos llevo a Port Cambel siendo el día de Noche Buena, claro que, ellos tenían que ir a Melbourne. Increíble, pero la cosa no queda ahí, nos regalaron una postal con un cheque regalo de una tienda de surf  ya que cada día nos preguntan por las olas, ya que saben que hacemos surf) de $100 a cada uno, una cena romántica por valor de $200 y dos cajas de bombones de un kilo. Muy fuerte, para poder digerirlo de una vez.
En Port Campbel después de pararnos en algún lugar de interés por el camino, nos llevaron al Hotel, ¡Una cama doble por primera vez desde que estamos en Australia, baño en la habitación por primera vez desde que estamos en Australia y televisión por primera vez desde que estamos en Australia! Para después llevarnos a los doce apóstoles sin mochila y dejarnos allí con un abrazo. ¡Menudo regalazo!

           
            Tras ver los 12 apóstoles,

 nos dirigimos caminando unos cinco kilómetros a Loch and Gorge unos acantilados con una larga historia de naufragios. 



Tras dejar pasar diez coches con el dedo levantado, nos paró una mujer que viajaba con su loro, casualidad que también se llamaba Jackey con su Loro que la decía mamiiiii, nos dejó en Port Campbel en donde tras una ducha, nos fuimos con lo ahorrado de la noche a cenar la Noche Buena a un restaurante viendo el atardecer.
Increíble con un jugoso entrecot con salsa de setas y una delicatessen de pollo con tomate por encima, mozzarela y jamón, pan de ajo y cuatro cervecitas. Toda una noche romántica en la cual disfrutamos muchísimo de nosotros, que aunque pasamos el día juntos, no disfrutamos de nosotros.
 
            Por la mañana madrugamos para felicitar por teléfono a la familia la Navidad, hicimos la mochila y nos pusimos en la Great Ocean Road con el dedo en alto y muy felices,
aunque insistimos en que os echamos de menos sobre todo en estas fechas. Tras tres coches, dos chicas jóvenes nos recogieron, pero nos dijeron que nos dejaban en los doce apóstoles, tras una conversación y unas felicitaciones navideñas, llegamos a los doce apóstoles donde volvimos a poner el dedo en alto y un erizo paso delante nuestro sin querer parar a recogernos, jajaja.
Ocho coches más tarde paro un eslovaco, pero nos dijo que iba a parar en todas las atracciones turísticas hasta llegar a Apollo Bay ¡toma, toma, toma! pero que día de Navidad. Paramos en Gibson Steps viendo unos acantilados con un buen rompiente en el cual, un tipo partió su tabla,
en el Great Otway National Park una selva,
 en las triplet falls(cascadas triples),




Castle cove, en la Otway lighthouse Road con más de mil koalas.







 En el Cape Otway Lighthouse (un faro) dicen que el más antiguo…
 Y de vuelta a Apollo Bay donde hemos invitado a Steffan a comer/merendar, como agradecimiento por llevarnos. Y por la noche nos invitó un compañero del hostel a cenar una jugosa y exquisita langosta acompañada con un rico vino blanco.

            Todo un regalo de Navidad ¿verdad? dos días inolvidables, añorando a los nuestros pero con una pequeña ayuda.

            Gracias por vuestras felicitaciones Navideñas y gracias por seguirnos, tenemos ganas de achucharos, pero tendremos que esperar. Un beso enorme y os escribiremos prontito.

           

sábado, 10 de diciembre de 2011

AUSTRALIA 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7,8 y 9 de Diciembre 2011

              Días 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44 y 45  

Es increíble como las cosas cambian de una semana para otra, perdonad antes de nada un breve saludo y deseamos que todo este igual de bien para todos que cuando nos vimos por última vez. Como os iba diciendo las cosas por aquí en una semana han cambiado muchísimo, hemos pasado de no tener trabajo y apenas dinero, a…

Tras tener una pequeña porción del tiempo ocupada en trabajo, nuestro tiempo libre era ilimitado, con lo que pasábamos el día preguntando por trabajo en todos los rincones de este pueblecito costero, jugando al Rumi, leyendo y surfeando.

El clima es muy parecido a la parte norte de España: lluvia, viento, sol, calor y frío. Vamos, un tiempo bastante inestable pero que nos recuerda a casa. Ya se terminó el caluroso clima tropical de la parte norte de Australia.

El viernes después de dar un largo paseo por la periferia del pueblo buscamos, como no, trabajo e hicimos la compra diaria en busca de la buena oferta del día en el super. Chicho entró en un restaurante con una pinta buenísima, donde tras una pequeña charla, una entrevista divertida y unos pequeños halagos hacia los españoles, decidierón darle una oportunidad el sábado de apoyo fregando sartenes y cacharros de la cocina. Todo un subidón de autoestima ya que los ánimos estaban un poco bajos, pero siempre sin perder la ilusión.

A todo esto, el tipo del restaurante conocía a una pareja que tenía un hotelito modesto donde Ainho podría empezar de prueba el lunes limpiando habitaciones, otro trabajo donde tampoco hace falta dominar perfectamente el idioma. Parece ser que el viernes era un gran día, con lo que de vuelta al hostel decidimos comprar unas cervecitas, buena carne y hacer esa noche una barbacoa a modo de celebración de las buenas nuevas. Además de un buen chapuzón con unas buenas olas. A beautiful day.

El sábado Ainho limpió el hostel donde dormimos, durante dos horas, eso no era suficiente para pagar la noche, así que la vieja propuso a Chicho hacer el jardín, pero esa mañana no acompañaba y propuso hacerlo por la tarde… Pero por la tarde el tiempo no mejoro y el trabajo de jardinería se esfumo, con lo que tuvimos que pagar parte el alojamiento. Menos mal que la jornada de trabajo como fregador profesional fue dura pero gratificante. Las formas aquí, distan un poco de las de allí, porque si no hubiera sido por un compañero, todavía no sabría ni lo que iba a cobrar y mucho menos cuando. Con lo que me despidieron con un adiós, me dijeron que ya me llamarían y no me dieron ni un centavo. Un poco frustrante pero teníamos la confianza de que los Australianos son gente de palabra…

El domingo un buen paseo por los alrededores, preguntamos trabajo por los pocos sitios que nos quedaban sin preguntar, hicimos la compra, comimos una ensaladota y nos metimos al mar, que estaba fatal y en media hora estábamos fuera. Por la tarde una intensa partida de Rumi (con la picada correspondiente del perdedor), con unas galletitas saladas y el sobrante en cerveza del día anterior. Para cenar unos sándwich vegetales con huevo frito, mmmmm y a la cama… Cuando de repente llaman para informarnos, que Chicho trabaja seis días a la semana, entre cuatro y siete horas al día y Ainho tres días a la semana (jueves, viernes y sábado) en el restaurante.

El lunes empezó Ainho haciendo habitaciones en el hotel y el encargado le preguntó si su novio queria trabajar también por las mañanas, con lo que no había ninguna duda de que si.

Ahora nos encontramos trabajando una media de tres horas por la mañana, Ainho limpiando habitaciones y Chicho haciendo camas, pasando el aspirador y limpiando los Cristales por fuera. Para andar un cuarto de hora a paso ligero al albergue donde nos alojamos para comer, después de comer dos días a la semana Ainho también limpia el albergue donde nos hospedamos. Y sobre las cinco y media nos ponemos rumbo al restaurante donde trabajamos una media de cinco horas por el momento, dicen que a mediados de Diciembre trabajaremos muchas más horas. Llegamos a casa sobre las once con unas ganas enormes de meternos a la cama…

No tenemos tiempo material para hacer fotos, pero bueno, necesitamos reponer nuestros bolsillos para poder seguir viajando. Esto se alargara hasta después de navidad, que tenemos que abandonar el país para renovar el visado. Pero hasta el momento aqui os dejamos unas fotos de lo que vemos a diario.

Estamos muy bien, Ainhoa igual de guapa y feliz que siempre e Iván igual de… IGUAL. jajajaja por cierto enana mañana es tu cumple, es la primera vez que no te voy a tirar de las orejas, pero bueno tengo algo preparado para ti... FELICIDADES!!!!

Un beso y esperamos escribir prontito, aunque estos días nos da una pereza enorme.

jueves, 1 de diciembre de 2011

AUSTRALIA 25, 26, 27, 28, 29 y 30 de Noviembre 2011


                         Días 32, 33, 34, 35, 36 y 37

Hola a todos, las cosas esta última semana han cambiado un poquito. En Australia hay trabajo de sobra, pero como somos ciudadanos Españoles y España no tiene convenio con Australia como Francia, Italia, Malta, Holanda, Dinamarca… menos ¡España! Con lo que, para conseguir un visado de trabajo tenemos un examen de inglés first y necesitamos experiencia demostrable con más de cinco años en un sector requerido en el país. A todo esto hay que añadir que si trabajamos legales (si nos sacamos la visa de trabajo) tenemos que hacer la declaración de la renta, una declaración en la que no hay un mínimo de cotización. Pero bueno, no vamos a adelantar acontecimientos, que las cosas no están tan mal como pinta en estas cuatro líneas.

No levantamos en Orange con unas ganas enormes de encontrar trabajo recogiendo frutas, es un trabajo duro, pero muy bien remunerado, el trabajo no nos asusta y el dinero nos encanta, jajaja. Era un día gris y lluvioso, como en la furgoneta teníamos que cocinar fuera, decidimos comer unas piezas de fruta e ir a información de turismo a preguntar donde encontrar trabajo de recolectores de fruta. Una señorita muy amable, nos dio una dirección del organismo que se encarga de la gestión de personal para trabajos en el campo (lo que en España es una E.T.T). Después de hablar con la amable coordinadora, le explicamos nuestra situación de visado, pero la tipa nos dijo que no importaba. Nos dio una dirección a veinte minutos en coche y nos dirigimos al encuentro con una tal Angela Novis para la recogida de cerezas, un trabajo muy bien pagado, que subidón por el camino, nuestras cabezas hacían planes… Al llegar nos dijo si queríamos empezar de inmediato, a lo que respondimos al unísono que si, pero nos saco un contrato de trabajo, le explicamos la situación y nos dijo que no podía darnos trabajo, que en la fruta inmigración se mete mucho y que lo sentía pero no. Menuda decepción. Buscamos un poco más por la zona sin suerte.

Decepcionados nos fuimos a Forbes, donde sin visado nada. De allí nos fuimos a Wombat, cerquita de Young
 y aquí nos cogieron el teléfono pero no nos prometieron nada. Jugiong y Batlow  sin suerte, todos nos pedían el visado de trabajo alegando evitar problemas con inmigración. Sepparton donde hicimos una colada pero sin suerte laboralmente hablando. Echuca que ni siquiera era la época de recolecta allí, Dandenong…

En Melbourne paramos en Wicked (donde alquilamos la furgo en Sydney), para decirles que se habían confundido en el lugar de entrega y que no íbamos a hacer casi mil kilómetros para devolverla, después de dialogar un ratillo, aceptaron.

Cansados de nuestra fortuna en el sector frutas, decidimos probar en lugares menos turísticos en la Great Ocean Road en el sector de la hostelería. Torquay un sitio parecido a Hoseggor, con fábricas de ropa, como Rip Cul, Reef, Billabong… Buscamos dos días y solo nos cogieron el teléfono en el camping en Jan Juc, un pueblecito cercano. Nos fuimos a la mítica playa de Bells entre los surfistas, no habíamos visto unas series tan perfectas en nuestra viada, increíble… En Lorne y Anglesea un poco de lo mismo, nos cogieron el teléfono y ya está.
Ahora nos encontramos en Apollo Bay, un pueblecito súper tranquilo, con buenas olas, gente agradable, un trabajo de limpiadora (cleaner) de cuatro horas a la semana y nos han cogido un montón de teléfonos.

Nos hospedamos en el mismo lugar que trabaja Ainhoa, una casa de madera para mochileros (backpackers) con un ambiente muy acogedor aunque muy vieja, pero bien cuidada. Esta casa llena de recovecos tiene muchísimo encanto y personalidad, además con vistas al mar.









 En el salón hay un viejo tocadiscos con vinilos, el cual todas las noches suena. Pagamos por los dos pero a cambio, dormimos en una habitación de 5 ¡Solos! Ya hemos ocupado toda la habitación, jajaja, que dos.

Después de 7500km para recorrer ni la décima parte del país, 665 litros de gasolina, ver un montón de buzones divertidísimos,
Gasolinero
Camionero

Ganadero II


El simple




























ver cientos de señales de animales







 y un montón de buenos recuerdos






 dejamos la Furgo en Melbourne, con pena pero con ganas de coger una cama de verdad, una cocina de verdad y UNA DUCHA CON AGUA CALIENTE.


No sabemos lo que nos quedaremos aquí, ya que con cuatro horas a la semana no cubrimos gastos, así que si no nos llaman de otro lugar seguiremos la Great Ocean Road.

Un saludo y os echamos en falta.