Días del 103 al 125
¡Hola! empezar es siempre tan difícil, no sólo para esto, para todo y una vez que te arrancas, te da pena terminar. Somos una sociedad de pequeños vaguetes…
El domingo 5 fuimos a hacer rafting al Telagawaja en la localidad de Muncan, fue toda una experiencia para ser nuestra primera vez, la verdad es que un poco masificado, pero toda una experiencia. De camino al río paramos en una plantación de café donde nos enseñaron como se hacia el kopi luwak , es un café que proviene de un animalito (parecidito a un hurón) al cual se le da café, ese bicho solo se come los buenos y los que están de color rojo, más tarde los digiere y los caga, de esa caca se cogen los granos y se lavan, para más tarde tostar. No lo probamos porque no somos amantes del cafe, pero la gente dice, que es uno de los cafés más ricos del mundo, ahí es nada.
Al día siguiente decidimos contratar una excursión para ver los templos más importantes de la zona y de paso, una explicación racional del porque de las cosas, su cultura, sus colores… de la tradición balinesa. Lo primero que vimos fue el Pura “Tanah Lot” un templo construido en una peña en medio del mar, un sitio con muchísimo encanto. Más tarde visitamos un mercado de verduras y especies, para después visitar el Pura “Ulundanu” un templo colocado en medio de un lago ¡precioso! En este templo conviven juntas dos religiones, la budista y la hindú, ni que decir tiene que el noventa por ciento de la población balinesa es hindú, el ocho por ciento son musulmanes y el dos, cristianos. Para finalizar el día visitamos el Pura “Taman Ayun” , un templo rodeado de agua y es uno de los más importantes después del Besakih, el templo madre. Nos contó el guía que a más tejados más importante es el templo, con un mínimo de dos y un máximo de once, siempre impares menos cuando hay dos que representa el bien y el mal. De vuelta al hotel, nos encontramos con la celebración de uno de los templitos, donde las mujeres llevaban fruta en las cabezas como ofrenda a los dioses para que el mal no entre en sus vidas.
Un baño mientras atardecía, una cena a base de arroz frito, unas cuantas negociaciones vía e-mail con unos cuantos guías de habla hispana para una visita a los volcanes de Bali y ver el templo madre para terminar en Padang bai, con un buen resultado y a dormir.
Al día siguiente, el guía nos vino a buscar a eso de las 9 de la mañana, tomamos rumbo a Ubud, un pueblo de artesanos. La realidad según nos dijo el guía es que la mayoría de las tiendas de las zonas turísticas de Bali compraban aquí las cosas de artesanía para luego venderlas a un precio más caro. Viendo terrazas de arroz y una hora en coche llegamos al volcán Batur el cual tenía un lago en su cráter. Este volcán todavía en activo hizo su ultima erupción en el 2000, se pude apreciar el río de lava que dejó tras su erupción y los más impresionante es que, en la falda del volcán hay casas donde vive gente, dicen que es tierra es mas fértil pero… están locos. Más tarde fuimos al volcán Agung, el cual no pudimos ver ya que tenía una niebla espesísima. Diez minutos más tarde llegamos al Pura “Besakih”, el templo madre, a faldas del mismo volcán, donde nos tuvimos que poner un pareo en las piernas para poder visitarlo (nos pareció bien, si quieres adentrarte en su cultura tienes que catar sus normas, ellos llevan pareo). Esta vez la suerte nos sonrío y pudimos ver la celebración de la luna llena y vimos a miles de fieles con sus trajes de oración subiendo a sus respectivos templos, ya que el templo madre tiene un templo enorme y en los costados más de cuarenta templitos de unas doce familias. De camino a Padang Bai paramos a comer en un mercadillo, para comer cochinillo asado, Ainho decía que sabía mucho a cerdo, pero para Chicho estaba cojonudo. Tras dos horas más en coche llegamos a Padang Bai, una pequeña aldea de pescadores donde se concentra gran movimiento de camiones, coches, motos y personas a causa del Ferry que conecta con Lombok el cual íbamos a coger nosotros al día siguiente. Tras descargar las cosas en el barato hotel, dimos un paseito disfrutando de los lugareños, para más tarde disfrutar de una suculenta cena. Antes de dormir, dimos un paseo y nos metimos al mar a darnos un chapuzón esta vez sin tablas ya que en esta localidad no hay rompientes, para ver la puesta de sol y la luna llena al otro lado, algo increíblemente bonito.
Por la mañana desayunamos unas tostadas con mantequilla, desde Australia no habíamos desayunado este manjar para nosotros, claro. Tras cuatro horas en ferry llegamos a Lombok, una isla mediana dentro de las islas de Indonesia, donde sus habitantes son en su mayoría musulmanes. Y aquí empiezan los problemas, para ir a Gerupuk nadie nos llevaba, así que ir en una furgoneta destartalada nos costo 18€ hasta Kuta, caro si lo comparamos con el ferry que nos costó poco más de 6€, de Kuta a Gerupuk, otro taxi que nos costó unos 4,5€, caro sabiendo que solo hay 8 kilómetros y pasar en barco a nuestro hotel, ¡si! ir en barco a nuestro hotel, ya que es el único acceso a nuestro hotel en Lombok, nos costó 17€, todo esto sabiendo que el hotel nos había costado 13 por día. En transporte nos dejamos una pasta, sobre todo en la barca, que lo normal eran 5 euros y por ser las siete de la tarde nos cobraron lo que quisieron y si nos gusta bien y sino… os buscáis la vida. Todo mereció la pena cuando llegamos al hotel, es el paraíso, lo único malo es que el acceso a las olas desde Bumbangku es en barco y cada vez que queremos hacer surf son 4€, pero las olas son increíbles. Por lo demás nos pasamos el día sin hacer nada, desayunamos, surf, comemos, siesta, surf, paseo, cenar y dormir.
Tras disfrutar seis días de la tranquilidad y la calma de Bumbangku, decidimos irnos a Kuta, para no coger la moto. El resultado es unos nuevos bungalows, mucho más baratos con cisterna en el baño, peores vistas pero muy agusto. Unos días magníficos donde encontramos a dos parejas de Bilbo, en realidad Verónika, la chica rubia novia de Jon es Austriaca, pero habla perfecto el castellano. Unos días cargados de risas gracias a Álvaro, un tío de lo más cachondo y a su novia Marta, una mujer súper expresiva... Buena gente.
Un saludo y en un par de días terminamos, gracias.
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