Translate me, we are Iván & Ainhoa

jueves, 28 de junio de 2012

NUEVA ZELANDA del 14 al 27 de Junio de 2012



Días del 235 al 248

            Por fin hemos llegado al país de la nube blanca, pero hemos llegado en invierno, así que en España con calorcito y aquí con unos pocos graditos.


            A eso de las once y media de la noche llegamos al aeropuerto de Auckland, donde pasamos los controles sin problemas, todos nuestros temores acerca de la aduana, fueron inciertos. En la salida nos esperaba nuestro amigo Miles, que nos vino a recoger al aeropuerto y nos fuimos dirección Muriwai Beach al este de Auckland. Tras una hora de coche por esas carreteras infectadas de curvas, llegamos a la casa de Miles, y tras tomar una cena ligera, nos metimos a la cama a eso de la una de la mañana después de dos días sin dormir.

            Por la mañana, a las siete para ser más exactos, nos levantamos, tomamos un desayuno abundante,        nos pusimos rumbo a Auckland donde Miles nos dio 400 Dólares neozelandeses y nos dijo que si estábamos de acuerdo podíamos trabajar en su casa 27 horas por el dinero, estuvimos de acuerdo, después de comprar en el supermercado nos dirigimos a nuestro nuevo hogar… Nada más llegar nos quedamos pasmados, el sitio tenía unas vistas increíbles del mar, de la isla de Motutara y de las verdes praderas.




pero de contra partida, no tenía electricidad en la habitación, en la cocina no había agua corriente y para colmo estaba lloviendo pero bueno el baño tenia agua caliente… La chica de la escuela de Surf nos vio las caras y nos dijo que esto es para verano y que si no nos gustaba, nos podíamos ir, ¡A DONDE! Decidimos quedarnos al menos una semana, mientras devolvíamos las horas de trabajo a Miles. Ese día nuestro trabajo fue acondicionar nuestra zona, Ainho se metió de lleno en la cocina, la cual solo tenía tres paredes, llena de cagadas de ratón, telarañas y sucia por todos lados.



Iván se metió con la habitación a limpiar, todo sucio igual, sin cortinas, sin sábanas y sin mantas, gracias a que Miles nos proporciono unas sábanas, un edredón de plumas, unas almohadas y un radiador (pero donde lo enchufamos sin electricidad), así que tiramos un cable para dar electricidad al radiador y poner una bombilla para ver, que aquí a las seis es de noche… pusimos unas tablas en el tejado del porche para no mojarnos cuando fuéramos a la cocina y con unas mantas viejas que encontramos improvisamos unas cortinas, jajaja.
Tras unas 8 horas de trabajo conseguimos que esto pareciera un hogar. Dormimos en una pequeña cabaña de madera acogedora, calentita gracias al radiador y volvemos a dormir en una cama de 90 pero que con este frío se agradece el estar acurrucados.


            El sábado por la mañana, quedamos con la mujer para ir hacer surf a eso de las nueve y media, pero cuando fuimos a la puerta a preguntar la tía se había marchado, así que ni cortos ni perezosos nos fuimos a casa de Miles a trabajar por el dinero de la comida (7 kilómetros cada vez que íbamos a trabajar o a Internet, pero bueno que Miles nos dejó unas bicis para que el camino se nos hiciera un poco más corto).
El camino es poco un largo pero se nos hace ameno charlando, riendo, visitando a nuestras amigas las llamas y disfrutando de los magníficos paisajes.






Cuando llegamos nos explicó el trabajo y nos pusimos manos a la obra, a eso de media mañana Miles hablo con Iván y le enseño la electricidad de la casa, Iván de inmediato le dijo que los fusibles eran peligrosos y que no podía sacar de dos enchufes 16. Tras calcular las horas, le hicimos un presupuesto de 760 dólares y el material lo ponía el. Milles aceptó y continuamos el trabajo por la comida.

            El domingo continuamos con el trabajo en casa de Milles, trabajos sencillos, limpiar el sótano, quitar cuatro plantas del jardín… Comimos en su casa y tras unas seis horas de trabajo a eso de las tres de la tarde le comentamos que nos íbamos a hacer surf, el tío lo entendió puesto que el también hace surf.  Así que nos fuimos a casa a por las tablas y volvimos en un periquete, eso si en bici.


Para después dejar las bicis en casa de Milles y el resto del camino, otros 4 kilómetros, los hicimos andando, una vez en la escuela, Bridget (la mujer de la escuela de surf), nos dejo un par de neoprenos largos, ya que el agua esta a 14 graditos… El baño no fue muy gratificante en Maori Bay, ya que estábamos cansados y hacía como un año que no usábamos neoprenos de invierno, pero al menos quitamos el mono. Después nos volvimos con Bridget a casa, antes parando en casa de Miles para dejar las tablas, así nos ahorramos cargar con ellas unos kilómetros. Hablamos con Bridget y nos dijo que podíamos trabajar a tiempo completo en casa de Miles ya que se iba el jueves a Indonesia. A nuestra llegada a casa, heladitos de frío, Bridget nos dijo que podíamos usar su piscina de agua caliente así que no nos lo pensamos ni un momento. Nos pusimos el bañador y allí fuimos, con el frío que hacía y nosotros al aire libre metidos en una mini piscina a más de 40 grados de temperatura ¡qué gozada!


            El lunes Iván se fue a comprar con él la electricidad y mientras tanto Ainho se quedo trabajando en el jardín. Al regreso, nos pusimos a hacer la electricidad. Ese día terminamos de trabajar a eso de las 7 de la tarde, Miles nos ofreció de cenar, pero rechazamos la invitación ya que preferíamos hacer la cena y la comida para el día siguiente, ya que en su casa no hay nada en el frigorífico, no sabemos que come.

            El martes terminamos la electricidad a eso de las 6 de la tarde, nos invitó a cenar un Fish and Chips (pescado y patatas fritas), vimos una película de snowboard  y nos  después nos llevó a casa.

            El miércoles trabajamos en las tareas de la casa de Miles para terminar las horas por el dinero de la comida, para comer les invitamos a un puré de verduras rico rico que Iván había hecho por la mañana, para chuparse los dedos. Por la tarde, nos pagó y nos invitó a cenar unos chuletones, a cambio de que Iván cocinara, el no tenía tiempo, ya que se iba de vacaciones y tenia que terminar el trabajo (por cierto, Miles tiene una agencia de viajes a través de Internet, con lo que trabaja desde casa) así que hicimos los chuletones, junto con una ensalada y cenamos todos juntos para después ayudarle a embalar las tablas de surf.

            El jueves empezamos a trabajar para la gente de la escuela de surf, las tareas básicamente consistieron en, jardinería y limpieza de fachadas.


Trás trabajar si nos apetecía hacer surf nos acercaban a la escuela y nos prestaban unos neoprenos. Después de hacer surf nos quedábamos un rato por la escuela divirtiéndonos con los juguetitos.





             El sábado nos despertamos a las 6 de la mañana para ir a surfear con marea alta, ya que es la mejor condición en esta playa y era un día de buenas olas, por fin porque… 


A la hora de cenar, les preparamos un rico ratatoui y una tortilla de patata de 16 huevos, ya que cenamos 8. Después de cenar nos tomamos unas cervecitas y vimos un partido de rugby.


            En un principio nos íbamos a quedar una mes por aquí, pero tras meditar un poco y ver las condiciones en las que estamos, porque cuando los días salen soleados esta guay, con estas vistas, tan rural, sin depender de las nuevas tecnologías, pero cuando llueve… cuando llueve tenemos que comer de pie ya que en la cocina la mesa-barra americana está en el lugar de la cuarta pared… así que se moja todo. Además, para ir al baño nos mojamos, tenemos que hervir agua para fregar o fregar con agua a 5 grados y tener que ir después de cada 2 fregadas a rellenar el bidón, no poder jugar a las cartas en una mesa sino que tener que jugar en la cama…

            El domingo y el lunes terminamos de limpiar de malas hierbas del jardín y limpiamos las fachadas y los canalones de una casa, el resto del día los pasamos en casa jugando a las cartas y viendo series, ya que el tiempo era malísimo, lloviendo y con un viento muy fuerte. El domingo le dijimos a Martín que nos íbamos, que no podíamos estar todo el día en la habitación por el mal tiempo y el nos dijo que le daba mucha pena y que con este viento el martes nos llevaba a hacer blokarting, son unos karts tirados por una vela de windsurf para ir por la orilla de la playa cuando hay marea baja. Después de comer nos llevo a conocer a unos Españoles que viven en Nueva Zelanda vecinos suyos y más tarde nos llevo a un skatepark para que lo viera Iván, en dos semanas no nos hicieron ni caso y al decirles que nos vamos, se deshacen con nosotros… en fin.

            El martes mientras desayunábamos, vino Martín y nos dijo que estaríamos preparados para las 8 y media que nos íbamos a la playa con los blokarts.
En la escuela preparamos los Karts y nos tiramos una hora disfrutando a toda velocidad por la playa, aunque todo hay que decirlo, a consecuencia de intentos de trompos o por las rachas de viento, alguna vez volcamos, jajaja vamos que empatamos a 2 ¡qué risas! Nos lo pasamos como niños.








Después hicimos en la escuela de surf unas baldas para poner 15 tablas de surf por la mañana y por la tarde Martín llevo a Iván a patinar un rato, ya que Martín también es skater (con sus 48 años). Nos invitaron a cenar en su casa con motivo de la despedida y para cenar prepararon un arroz muy rico con frijoles y pipas, fajitas, arroz frito con brócoli y una flor japonesa y de postre una especie de macedonia caramelizada por encima con frutos secos, todo ello acompañado con unas cervecitas. La verdad es que cenamos muy bien y la compañía fue increíble, al final nos dio pena marcharnos y todo.

            Hoy miércoles después de desayunar nos ha ayudado Martín a cambiarnos a la casa donde en teoría debiéramos haber estado desde el principio, con calefacción, cocina con cuatro paredes, agua corriente para fregar… Después de instalarnos, de mirar unas rutas para hacer por Nueva Zelanda y de comer, hemos ido a comprar con la madre de Miles al supermercado, ya que Miles ahora esta de vacaciones en Indonesia. Llenamos el coche hasta arriba para comer los tres.

            Esto es todo en nuestras primeras semanas en la isla norte de Nueva Zelanda. Esperemos que podamos conocer un poquito más de este encantador país.

            Un saludo para todos y en especial para nuestra buena amiga Olivia, que el pasado 23 de Junio fue su cumpleaños. ¡FELICIDADES CABRAS!, deseamos que lo pasaras muy muy bien y a la vuelta lo celebramos todos juntitos, que ganas.

            Un abrazo muy fuerte para todos. 

1 comentario:

  1. Pero que cosas os pasan y como estáis disfrutando, me gusta mucho las fotos es una maravilla y deportes nuevos que ni conocíamos disfrutar mucho y ver Nueva Zelanda, así lo vemos todos
    Cuidaros mucho os queremos y notamos vuestra ausencia
    Besos

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